Carlos Sánchez Berzaín es entrevistado por Luis Galeano
en "Café con voz": Bolivia atraviesa un complejo escenario político
marcado por un retorno al poder de un sistema dictatorial del socialismo del
siglo XXI, que volvió al gobierno en 2020, después de que Evo Morales
renunciara en 2019 debido a un fraude electoral. Sin embargo, aunque Morales
dejó el cargo, la estructura dictatorial se mantuvo, facilitada por la división
de la oposición y la fragmentación del voto, lo que permitió que Luis Arce, un
aliado de Morales, ganara las elecciones con un cuestionado 56% de los votos.
Una vez en el poder, Arce permitió el regreso de Morales,
quien estaba prófugo en Argentina. Se anularon los cargos de corrupción,
narcotráfico y abuso de menores que enfrentaba Morales, lo que consolidó un
régimen donde Morales actúa como dictador en jefe y Arce como dictador en
ejercicio. Esta situación ha generado conflictos internos, con ambos disputando
el control de áreas clave como las aduanas y el comercio de gasolina, que son
fundamentales para el lavado de dinero producto de la cocaína, lo que agrava la
crisis del país.
El conflicto entre Arce y Morales refleja la lucha interna
de dos facciones criminales que controlan el poder político y económico del
país, en un contexto donde la ley y la justicia están manipuladas a su favor.
La única salida sería un retorno genuino a la democracia.
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