CORINA MACHADO es PREMIO NOBEL 2025 - Premio a la Paz, a la Libertad y la Democracia

 


En una ceremonia cargada de simbolismo en el Ayuntamiento de Oslo, la líder opositora venezolana María Corina Machado fue reconocida con el Premio Nobel de la Paz 2025. La ausencia de Machado, obligada por las amenazas y el hostigamiento del régimen de Nicolås Maduro, no opacó el momento: su hija, Ana Corina Sosa Machado, subió al estrado para recibir el diploma y la medalla de oro en nombre de su madre.

Fuente: TeleMundo.

El auditorio, colmado de jefes de Estado, personalidades internacionales y ciudadanos venezolanos exiliados, se puso de pie en una ovaciĂłn que durĂł varios minutos. Entre los presentes se encontraban los reyes Harald y Sonja de Noruega, asĂ­ como mandatarios latinoamericanos que respaldan la lucha democrĂĄtica.

Las palabras de su hija

Ana Corina Sosa M. Su hija recibe el galardon

Con voz firme y emocionada, Ana Corina Sosa pronunció un discurso que conmovió a todos los asistentes: "Este premio no es solo para mi madre, es para todos los venezolanos que han resistido la persecución, el exilio y la cårcel. Es para quienes sueñan con un país libre, donde la justicia no sea un arma del poder, sino un derecho de todos."

Sus palabras fueron recibidas con lågrimas y aplausos, convirtiéndose en el eco de millones de voces silenciadas en Venezuela.

Paralelismo con Bolivia con el NARCO REGIMEN de EVO y ARCE (MAS)

Los NARCODICTADORES del SIGLO 21

La historia de Venezuela bajo ChĂĄvez y Maduro encuentra un espejo doloroso en Bolivia, donde los regĂ­menes de Evo Morales y Luis Arce, socios del chavismo y del MAS —el partido de los socialistas del siglo XXI— dejaron una huella marcada por muertos en protestas, exiliados, perseguidos polĂ­ticos y una crisis econĂłmica que hoy golpea a cada familia boliviana.

Al igual que en Venezuela, en Bolivia la justicia fue utilizada como herramienta de persecuciĂłn, mientras la corrupciĂłn y el autoritarismo se disfrazaban de “revoluciĂłn”. El paralelismo es inevitable: ambos paĂ­ses sufrieron el precio de lĂ­deres que, bajo el discurso socialista, consolidaron redes de poder que sofocaron la libertad y la democracia.

ConclusiĂłn

El Nobel de la Paz otorgado a MarĂ­a Corina Machado no es solo un reconocimiento individual: es un grito internacional contra la dictadura y la impunidad. Su hija, al recibir el galardĂłn, recordĂł que la lucha por la libertad no conoce fronteras.

Para Bolivia, este premio es también un espejo y una advertencia: la democracia no se regala, se defiende con valentía, incluso cuando el costo es el exilio, la persecución o la vida misma.

La ceremonia en Oslo se convirtió en un símbolo universal: la resistencia de los pueblos frente a regímenes que intentan sofocar la voz ciudadana. Venezuela y Bolivia comparten heridas, pero también la esperanza de que la justicia y la libertad prevalezcan.

Mundo.

ANN Noticias.