El Partido Demócrata Cristiano (PDC) atraviesa una nueva tormenta interna tras las acusaciones contra Oscar Abdón Trujillo Pinto, quien, según informo, el DelegadoTITULAR ante el TSE, VICTOR HUGO VELASCO I, habría intentado imponer un reconocimiento de elecciones previamente anuladas por el Tribunal Supremo Electoral (TSE).
De acuerdo con la denuncia pública, el congreso realizado el 14 de septiembre de 2024 fue declarado nulo por el Sistema de Control de la Militancia (SICFE), al comprobarse que gran parte de los asistentes no cumplían con la antigüedad requerida como militantes, mientras otros ni siquiera figuraban en los registros partidarios. Más del 60% de los participantes abandonó el evento, lo que llevó al TSE a rechazar la validez de aquella elección.
Pese a ello, Trujillo habría recurrido a la justicia ordinaria para forzar un reconocimiento, acción que fue nuevamente desestimada por el tribunal. La dirigencia acusa que, con una simple nota administrativa, el exsecretario de Finanzas del PDC procedió a reemplazar delegados previamente ratificados en una conferencia nacional en Cochabamba, donde incluso participaron parlamentarios.
Los cambios arbitrarios habrían dejado sin representación a departamentos como Beni, Pando y Santa Cruz, donde, según la denuncia, Trujillo designó a su propio hermano como delegado y recaudador, generando sospechas de negociaciones irregulares y “subasta de candidaturas”.
La dirigencia del PDC sostiene que esta maniobra constituye una violación a los derechos políticos de militantes y simpatizantes, quienes invirtieron recursos para participar en las instancias oficiales del partido. Además, se anuncia la presentación de acciones penales contra Trujillo por el perjuicio ocasionado a cientos —incluso miles— de candidatos en todo el país.
El conflicto revive viejas heridas dentro del PDC, que ya había denunciado imposiciones de candidaturas sin aval de la Conferencia Nacional en anteriores procesos. Ahora, la dirigencia advierte que se prepara una movilización nacional y exige al TSE y a los nuevos vocales revisar las resoluciones emitidas, que consideran “antidemocráticas y dictatorialmente impuestas”.
La crisis interna del PDC se intensifica en un momento clave, con miras a las próximas elecciones, y pone en evidencia las tensiones entre legalidad, legitimidad y las pugnas de poder dentro de uno de los partidos históricos del país.
