BERZAIN: Cesar las dictaduras porque en democracias bajo asedio es imposible el buen gobierno


Por: Carlos Sanchez Berzain.


En las Américas la desestabilización permanente de las democracias proviene de la dictadura de Cuba expandida en Venezuela, Bolivia y Nicaragua, el socialismo del siglo XXI o castrochavismo.


La Cumbre por la Democracia organizada por el Presidente de Estados Unidos, el Seminario Internacional con Mario Vargas Llosa, la Organización de Estados Americanos y los anålisis de la situación actual, coinciden en que las democracias estån amenazadas por el autoritarismo. En las Américas la desestabilización permanente de las democracias proviene de la dictadura de Cuba expandida en Venezuela, Bolivia y Nicaragua, el socialismo del siglo XXI o castrochavismo. Mientras esta agresión no cese, el asedio a las democracias hace imposible el buen gobierno.


El Presidente  de los Estados Unidos Joe Biden inaugurĂł la Cumbre por la Democracia expresando: “Debemos unirnos para rechazar el autoritarismo”.  Mario Vargas Llosa cerrĂł el Seminario Internacional sobre la relaciĂłn de Estados Unidos e IberoamĂ©rica señalando que “todo el continente estĂĄ amenazado”, refiriĂ©ndose a la expansiĂłn de las dictaduras de Cuba, Venezuela, Nicaragua y Bolivia. El Consejo Permanente de la OEA aprobĂł con 25 votos a favor la resoluciĂłn sobre Nicaragua que reconoce el incumplimiento de la Carta DemocrĂĄtica Interamericana y que exige la liberaciĂłn inmediata de los presos polĂ­ticos en ese paĂ­s.


El eje de confrontaciĂłn regional es entre quienes defienden la libertad y los derechos humanos y quienes los someten y violan; entre quienes garantizan la vigencia de la ley mediante el estado de derecho y quienes se convierten en la ley para oprimir a los pueblos; entre los que respetan el sistema de separaciĂłn e independencia de los poderes pĂșblicos y quienes concentran todo el poder para hacer presos y exiliados polĂ­ticos; entre quienes entienden el ejercicio del poder como un mandato temporal con imprescindible rendiciĂłn de cuentas y los que lo detentan indefinidamente para garantizar la impunidad de sus crĂ­menes.


La confrontaciĂłn de hoy es entre democracia y dictadura, que son dos formas antagĂłnicas, porque las dictaduras por medio de la violencia y el sistema de crimen organizado trasnacional que han estructurado, usan la permanente agresiĂłn para sostenerse, expandirse y anular la libertad.


Los agresores tienen organizaciĂłn, nombre, metodologĂ­a y mecanismos de operaciĂłn criminales pero operan simulando que son una ideologĂ­a y las democracias se los permiten.  Estos agresores son el castrochavismo, usan los mĂ©todos del castrismo que cumplirĂĄ 63 años en ejercicio del terrorismo de Estado, sus mecanismos son el Foro de Sao Paolo, grupos guerrilleros y criminales como las FARC, el ELN, y se presentan como socialismo del siglo XXI. Es el castrismo del siglo XX recreado en el siglo XXI, con la dictadura de Cuba como Jefe e integradas por las dictaduras de Venezuela, Bolivia y Nicaragua. Su avance y mantenimiento se debe en gran parte a que las democracias le han seguido la farsa de simular polĂ­tica cuando es crimen organizado.


El castrochavismo, durante todo el siglo XXI ha utilizado y utiliza los elementos y libertades de la democracia para acceder al poder mediante elecciones y cuando lo tiene destroza sistemĂĄticamente la institucionalidad democrĂĄtica y la suplanta por su sistema dictatorial como ha sucedido en Venezuela, Bolivia, Nicaragua y como se pretende ahora en PerĂș.  Pero para ganar elecciones en democracia ataca los liderazgos, partidos y organizaciones polĂ­ticas y sabotea toda posibilidad de buen gobierno en democracia mediante la conspiraciĂłn y la desestabilizaciĂłn permanentes.


La metodologĂ­a de conspirar y desestabilizar para no dejar gobernar puede observarse en los casos del golpe de estado fallido de 2019 contra el Presidente Moreno en Ecuador, en el caso de Chile llevado a una asamblea constituyente, en el caso de la presiĂłn constante y el golpe de estado de acciĂłn prolonga ejercitado en Colombia, en los fracasos de las pretendidas transiciones de Bolivia y Venezuela y mĂĄs.


Cuando un presidente y un gobierno democrĂĄticos tienen que dedicar casi todo su tiempo a defenderse de conspiraciones, manifestaciones, movilizaciones, presiones violentas, acusaciones, mĂșltiples y bien operados y financiados actos de sediciĂłn permanente, no tienen posibilidad de gobernar porque simplemente no les queda agenda ni tiempo y el resultado es violencia, descontento y mal gobierno con los previsibles malos resultados en la prĂłxima elecciĂłn que serĂĄ la puerta de entrada de los instauradores de la dictadura.


Por interĂ©s propio los lĂ­deres de las democracias deben pasar de las declaraciones a una estrategia concreta y ojalĂĄ coordinada para “cesar las dictaduras” que las asedian y que pueden terminar destruyĂ©ndose como ya pasĂł en Venezuela, Bolivia, Ecuador y Nicaragua.  Solo hay que ver las pruebas de que en una democracia bajo asedio no es posible el buen gobierno.


*Abogado y PolitĂłlogo. Director del Interamerican Institute for Demoracy.


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