*Por: Carlos
SĂĄnchez BerzaĂn.
El
régimen castrista instaló a Nicolås Maduro como su operador para someter al
pueblo venezolano.
Dos meses
después del triunfo de la oposición en las elecciones del 28 de Julio en
Venezuela, el fraude de la dictadura ha fracasado y la ha reducido al control
interno con terrorismo de Estado en manos de la ocupaciĂłn y al creciente
aislamiento internacional. NicolĂĄs Maduro esta derrotado, pero la ocupaciĂłn
cubana -que somete y reprime impunemente- estĂĄ intacta y urge identificarla y
sindicarla como el principal enemigo del pueblo venezolano que lucha por su
libertad.
La primera
decisiĂłn de Hugo ChĂĄvez al asumir la Presidencia de Venezuela el 2 de febrero
de 1999 fue salvar a la dictadura de Castro en Cuba que agonizaba en su
denominado “periodo especial”, un estado de miseria progresivo, consecuencia de
la desaparición de la Unión Soviética (URSS) como cuyo satélite y paråsito
econĂłmico y militar se habĂa sostenido el castrismo en la Guerra FrĂa. Fidel
Castro habĂa recibido a ChĂĄvez el 13 de diciembre de 1994 en el Aeropuerto de
La Habana dos años después del fallido golpe de Estado perpetrado por Chåvez en
Venezuela, y ese fue el principio, sino hubo un antes del golpe.
ChĂĄvez se convirtiĂł en el socio capitalista y el lĂder
visible del movimiento populista bolivariano que es hoy el socialismo del siglo
21 o castrochavismo, con Fidel Castro como aportante del sistema operativo y de
inteligencia, y con Lula da Silva que con el Foro de Sao Paolo habĂa sostenido
a la dictadura cubana desde la caĂda del Muro de BerlĂn y la desapariciĂłn de la
URSS. Es posible que el liderazgo de ChĂĄvez haya sido solo una manipulaciĂłn
temporal del castrismo, que incluyĂł incluso la subordinaciĂłn de Fidel Castro a
Chåvez, pero que determinó la expansión de la dictadura de Cuba en las Américas
y el control de Venezuela.
La historia prueba que con la muerte de Hugo ChĂĄvez,
Venezuela se convirtiĂł en territorio ocupado y controlado por la dictadura de
Cuba que instalĂł a NicolĂĄs Maduro como su operador para someter al pueblo
venezolano. La muerte de ChĂĄvez fue el hecho determinante que otorgĂł el control
de Venezuela a Cuba y también le dio el liderazgo del grupo en Latinoamérica.
La muerte de Hugo ChĂĄvez se anunciĂł el 5 de marzo de 2013,
pero es señalada como manipulada porque se habrĂa producido entre el 28 y el 30
de diciembre de 2012 en La Habana. El objeto de tal manipulaciĂłn fue la disputa
en la sucesiĂłn entre el castrismo venezolano para Maduro y el chavismo
venezolano de Cabello, en el que la dictadura de Cuba impuso su operador.
Sin embargo lo mĂĄs importante de la muerte de ChĂĄvez es
quien la causĂł y a quien beneficiĂł. El libro “El futuro tiene su historia”, de
Henrique Salas Romer, en su capĂtulo “Se completa la invasiĂłn”, paginas 283, y
siguientes, presenta un audio entre el embajador de Cuba en Venezuela German
SĂĄnchez Otero y RaĂșl Castro en el que discuten quĂ© hacer con ChĂĄvez: “Tenemos
que ver si es conveniente seguir con ChĂĄvez al frente o tenemos que hacer un
ligero cambio y buscamos una persona mĂĄs cercana, mas afĂn con la revoluciĂłn
cubana”. Agregando respecto a ChĂĄvez: “Ăl tiene ideas parecidas a las
nuestras…pero no son las mismas…Ă©l se cree una reencarnaciĂłn de SimĂłn BolĂvar y
nosotros tenemos nuestra propia revoluciĂłn…no puede haber dos lĂderes”.
¿La dictadura de Cuba matĂł a Hugo ChĂĄvez? En todo caso es la
beneficiada, porque el castrismo pasĂł de segundĂłn a lĂder y al control total de
Venezuela y del socialismo del siglo 21 imponiendo a su “dĂłcil y manejable
NicolĂĄs Maduro”. El resultado mĂĄs concreto puede verse en la Cumbre de las
AmĂ©ricas de PanamĂĄ 2015, en que el dictador cubano RaĂșl Castro asumiĂł el
liderazgo de Latinoamérica y el Presidente de Estados Unidos lo reconoció como
tal, para unos meses mĂĄs tarde reinstalar relaciones diplomĂĄticas con la
dictadura.
Abunda la prueba, son años de registros históricos en
relaciones internacionales, control interno, suministro de petrĂłleo y recursos
directos e indirectos, sumisiĂłn y replica de mecanismos de inteligencia,
fuerzas armadas, penetraciĂłn de Rusia, China e IrĂĄn con la dictadura de Cuba
como conductor, terrorismo de Estado instalado y regulado por operadores
cubanos, discurso antiimperialista y la misma metodologĂa de extorsiĂłn, con que
la dictadura de Cuba ha trasladado el centro de la disputa a Venezuela para protegerse
a sĂ misma. La violaciĂłn de derechos humanos y los crĂmenes de lesa humanidad
ya no se discuten en Cuba sino en su colonia principal que es Venezuela.
En el ajedrez de la agresiĂłn de las dictaduras contra la
democracia en las Américas la dictadura de Cuba ha logrado que se ataque al
peĂłn (dictadura de Venezuela) mientras se ignora al rey (dictadura de Cuba) que
no estĂĄ siquiera en juego, y que opera impunemente con “la negaciĂłn plausible”
que es “la capacidad de los altos cargos de una cadena de mando formal o
informal de negar el conocimiento, la participaciĂłn o la responsabilidad de
cualquier acciĂłn condenable o crimen mandada a cometer a sus subordinados”.
El tiempo corre contra NicolĂĄs Maduro que por su propia
agenda debe entregar el mando al presidente electo Edmundo GonzĂĄlez Urrutia el
10 de enero de 2025. El operador tĂtere Maduro estĂĄ derrotado pero la dictadura
jefe estĂĄ intacta, reprimiendo, torturando y asesinando en Venezuela, con la
posibilidad de incluso prescindir de Maduro en una negociaciĂłn que le permita
retener el poder aunque entregue el gobierno. De esto se trata, de entender que
en Venezuela se estå terminando la dictadura mås antigua de las Américas y que
por eso el desafĂo es colosal e incumbe a todas las democracias de la regiĂłn.
*Abogado y PolitĂłlogo. Director del Interamerican Institute
for Democracy.
OPINIĂN Y ANALISIS.
ANN NOTICIAS.