Carlos SĂĄnchez BerzaĂn fue entrevistado por Miguel Rivadeneira en "Democracia TV":
Durante los Ășltimos 25 años, AmĂ©rica Latina ha sido escenario de la
expansiĂłn del modelo castrista que tuvo su impulso inicial en 1999 con Hugo
ChĂĄvez. Bajo el pretexto del "socialismo del siglo XXI", este modelo
ha replicado las pråcticas del régimen cubano: terrorismo de Estado, crimen
organizado, estatismo destructivo y represiĂłn. Lo que comenzĂł como populismo
terminĂł por institucionalizar un sistema que vacĂa las democracias desde dentro
y las convierte en narcoestados funcionales al crimen internacional.
Cuba destruyĂł su industria azucarera;
Venezuela su industria petrolera; Nicaragua su aparato productivo. En Bolivia,
Evo Morales heredĂł un paĂs con reservas, crecimiento y capacidad exportadora.
Sin embargo, tras llegar al poder impulsado por una agenda golpista disfrazada
de “revoluciĂłn del gas”, iniciĂł el desmantelamiento de la economĂa productiva
mediante la concentraciĂłn estatal, desapariciĂłn de contratos internacionales y
corrupciĂłn institucionalizada.
En Ecuador, la dolarizaciĂłn evitĂł un
colapso total, pero Rafael Correa dejĂł una pesada herencia de deuda, corrupciĂłn
y destrucciĂłn de la institucionalidad. AĂșn hoy, su red busca regresar al poder
con nuevos rostros.
Venezuela, Cuba, Nicaragua, Bolivia y
Ecuador (bajo el correĂsmo) han funcionado como centros de promociĂłn y
protecciĂłn del crimen organizado. Este modelo transnacional utiliza
herramientas como el narcotrĂĄfico, la presiĂłn migratoria forzada, la trata de
personas y el terrorismo polĂtico para desestabilizar democracias y controlar
gobiernos por medio del miedo y la impunidad.
Un ejemplo claro es la expulsiĂłn de
embajadores estadounidenses, la eliminaciĂłn de acuerdos internacionales como la
base de Manta en Ecuador, y la entrega de recursos estratĂ©gicos —como el litio
boliviano— a China, bajo Ăłrdenes de Cuba.
En Bolivia, la verdadera oposiciĂłn estĂĄ
encarcelada, exiliada o silenciada. El Movimiento al Socialismo (MAS), partido
de Morales, sigue operando con total impunidad porque nunca fue proscrito, ni
juzgado como organizaciĂłn criminal. La llamada "oposiciĂłn" es
cómplice funcional del régimen, con nombres concretos: Carlos Mesa, Jorge
Quiroga, Samuel Doria Medina, entre otros. Esta falsa oposiciĂłn no defiende a
los presos polĂticos ni denuncia la corrupciĂłn sistĂ©mica, sino que participa
del circo democråtico que legitima al régimen ante la comunidad internacional.
Ver entrevista:
Opinion y Analisis.
ANN Noticias.