Fallos y sentencias de los regĂmenes de Cuba, Venezuela, Bolivia y Nicaragua se remiten a otros paĂses como actuados de derecho y dan lugar a la internacionalizaciĂłn de la persecuciĂłn polĂtica y la operaciĂłn del “asesinato de la reputaciĂłn” de las victimas.
Las dictaduras de Cuba, Venezuela, Bolivia y Nicaragua detentan el poder ejerciendo terrorismo de Estado que tiene como uno de sus mĂ©todos principales la manipulaciĂłn de procesos judiciales para perseguir, encarcelar y sentenciar a inocentes. Con la judicializaciĂłn de la represiĂłn polĂtica criminalizan a los lĂderes y defensores de derechos humanos e infunden miedo. Esta metodologĂa criminal es operada por fiscales y jueces infames que deben ser identificados, sancionados y procesados internacionalmente.
El ejercicio del poder dictatorial se compone por una larga cadena de crĂmenes que concentran todo el poder y hacen desaparecer el “estado de derecho” para sustituirlo por el “estado de dictadura” que construyen haciendo que sus denominados poderes legislativos emitan leyes violatorias de los derechos humanos, establezcan cĂłdigos y procedimientos de investigaciĂłn y procesamiento judicial, penas y sanciones gravĂsimas, que dan arbitrio e impunidad a sus fiscales y jueces, todos bajo cobertura de un sistema controlado de informaciĂłn.
Los textos constitucionales de las dictaduras de Cuba, Venezuela, Bolivia y Nicaragua han sido creados o modificados violando derechos humanos tales como la irretroactividad de la ley, la presunciĂłn de inocencia, la igualdad jurĂdica, la imparcialidad de los jueces, el debido proceso legal, la libre expresiĂłn, la propiedad privada y mĂĄs. Las denominadas constituciones y leyes de los regĂmenes del socialismo del siglo XXI son prueba de violaciĂłn de derechos humanos.
Los funcionarios de la represiĂłn de las dictaduras -mal llamados sistemas de justicia- en lugar de ser garantes de la libertad y los derechos fundamentales en Cuba, Venezuela, Bolivia y Nicaragua, son “verdugos”, violadores conscientes y reincidentes de los derechos humanos que han convertido los juicios en linchamientos, pero no son anĂłnimos, firman sus atrocidades y ademĂĄs ostentan beneficios pĂșblicos en las dictaduras. Son " fiscales y jueces infames” porque “carecen de honra, proceden con maldad y vileza”.
Para defender del linchamiento judicial a las vĂctimas de casos como los que estĂĄn sucediendo ahora mismo en Cuba contra los manifestantes del 11-J, o los presos y perseguidos polĂticos de Venezuela, Bolivia y Nicaragua, hay que identificar y publicar los nombres de los fiscales y jueces infames, documentar cada uno de los casos en que violan los derechos humanos y procesarlos internacionalmente porque sus acciones y omisiones son “crĂmenes de lesa humanidad” integrados en el “terrorismo de Estado” de las dictaduras.
*Abogado y PolitĂłlogo. Director del Interamerican Institute for Democracy.
Opinion y Analisis.
ANN Noticias.