¿Quién necesita justicia cuando se puede tener pasión? Esta parece ser la nueva filosofía en el Tribunal Departamental de Justicia de La Paz, donde los jueces han decidido mezclar trabajo con un poco de "amor". En un episodio tan escandaloso como insólito, los vocales Rosmery Pabón Chávez y Henry Sánchez Camacho fueron sorprendidos teniendo relaciones "amorosas" en plena audiencia virtual. Y no, no estamos hablando de un romance de telenovela, sino de un encuentro tan real como vergonzoso, ocurrido durante el horario laboral.
La escena fue tan ardiente que no solo los participantes en la audiencia (en este caso, los litiganters y abogados) fueron testigos involuntarios de este grotesco espectáculo, sino que la webcam captó cada beso y suspiros en detalle. Por si fuera poco, los jueces no se molestaron en cerrar las cámaras ni en respetar los símbolos patrios, mucho menos el lugar donde, se supone, se administra justicia. ¿Acaso la "pasión" es ahora un criterio para dictar sentencias?
Este lamentable suceso no solo deja en evidencia la falta de profesionalismo de los involucrados, sino que también mancha la imagen de la institución judicial, que en teoría debe ser un modelo de seriedad y ética. Y lo que es peor, este bochornoso episodio refleja una indiferencia total por la responsabilidad que implica ocupar cargos públicos.
La indignación es palpable entre los ciudadanos, que no solo exigen justicia en el plano legal, sino también que los responsables de este escándalo rindan cuentas por su falta de decoro. La pregunta ahora es: ¿cómo tomar en serio a una institución que, literalmente, se ha entregado a la "pasión" durante el ejercicio de su labor?
Lo único claro es que, al menos, en el Tribunal de La Paz, la justicia ya no es ciega. Ahora, parece que solo está profundamente enamorada.
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La Paz.
ANN Noticias.