Carlos Sánchez Berzaín ofrece las conclusiones del Foro “Quo Vadis Argentina 2025” celebrado en Miami el 26 de marzo de 2025 en la sede del IID.
Durante
los primeros 25 años del siglo XXI, Argentina vivió un periodo prolongado de lo
que denomino gobiernos "paradictatoriales", es decir, elegidos
democráticamente pero funcionales a las dictaduras de la región, en especial
las lideradas por el castrochavismo. Desde el derrocamiento de De la Rúa en
2001, el país quedó atrapado en una espiral de populismo autoritario, con
figuras como Néstor Kirchner, Cristina Fernández y Alberto Fernández al frente,
sometiendo a la nación a una profunda desinstitucionalización, crisis
económica, desprestigio internacional y violaciones sistemáticas de los
derechos humanos. Se denuncian miles de presos políticos —exmilitares y
civiles— encarcelados por haber combatido al terrorismo durante los años 70, a
pesar de leyes de pacificación como la del Punto Final, en lo que se describe
como un acto de venganza del socialismo del siglo XXI.
A pesar de este oscuro panorama, Argentina
ha dado señales de un cambio esperanzador tras el fin del ciclo kirchnerista en
2023. Aunque aún se encuentra en una especie de "terapia intensiva",
el país intenta recuperar su institucionalidad, reintegrarse al mercado de
crédito, favorecer la inversión privada y recomponer su imagen internacional.
Se destaca el rol de la clase media, el sistema judicial y la prensa libre en
frenar el avance autoritario. Argentina, junto a Brasil y México, tiene el potencial
de liderar América Latina, pero con estos dos últimos bajo gobiernos aliados a
dictaduras, el liderazgo argentino cobra un valor especial. El reto ahora es
doble: reformar el sistema legal contaminado por el kirchnerismo y erradicar la
impunidad. En 2025, Argentina se convierte en un símbolo regional de la lucha
por la libertad y la reconstrucción democrática.
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Opinion y Analisis.
ANN Noticias.