En un país donde la democracia se tambalea entre pactos ocultos y silencios institucionales, el Partido Demócrata Cristiano (PDC) ha alzado la voz para denunciar lo que considera una de las más graves violaciones a sus derechos políticos. A través de documentos notariales, testimonios de dirigentes y una cronología precisa de hechos, se revela una presunta manipulación por parte del Tribunal Supremo Electoral (TSE), que habría favorecido candidaturas ilegítimas (Rodrigo Paz - Lara), ignorado solicitudes formales de retiro electoral, y permitido la infiltración de actores vinculados al Movimiento al Socialismo (MAS) en las listas del PDC.
Detalles en el video:
“Nos jugaron sucio en el tribunal”, afirma, Victor Hugo Velasco I, uno de los dirigentes del PDC con voz firme. La frase no es una metáfora. Es una acusación directa contra el Tribunal Supremo Electoral, que según el denunciante, ignoró tres notas formales —fechadas el 5 de junio, el 10 y el 17 de julio— en las que el PDC comunicaba su retiro orgánico de la contienda electoral.
Mientras que partidos como NCP y Morena lograron retirar candidaturas en cuestión de horas, el PDC fue silenciado. Las notas, registradas por notario de fe pública y firmadas por la mayoría del Comité Nacional, fueron archivadas sin respuesta.
“Nos dijeron que no podían aceptar el retiro porque podrían ser sujetos a demandas por diputados en la lista. Pero eso no les importó con NCP, que ya tenía senadores inscritos. ¿Por qué esa doble vara?”, cuestiona el delegado alterno del PDC.
La denuncia va más allá del procedimiento. Apunta a una estrategia de infiltración. Según los denunciantes, el 70% de los actuales representantes del PDC en el Parlamento tienen filiación directa con el MAS. El otro 20% proviene del MIR. Solo un 10% —una minoría irrelevante— representa al verdadero PDC.
Estan utilizando al PDC pero en realidad es el MAS
“Nos han robado el partido. Lo han camuflado con el logo del PDC, pero es el MAS quien está detrás. Están organizando directorios en provincias usando nuestra imagen. Y el Tribunal lo sabe. Lo ha permitido”, denuncian.
Esta noticia no busca suavizar los hechos. Busca exponerlos. Porque cuando las instituciones que deben garantizar la transparencia electoral se convierten en cómplices del fraude, el periodismo tiene el deber de encender las alarmas.