*Por : Carlos Sánchez Berzaín.
Estos países se han tranformado en plataformas
territoriales, políticas y militares de las operaciones de los regímenes de
Putin, Xi Jinping y los ayatollas en las América.
El apoyo a la invasión de Rusia a Ucrania, la entrega a
operaciones de China en sus territorios y la penetración activa de Irán,
muestran que Brasil y las dictaduras del socialismo integradas por Cuba,
Venezuela, Bolivia y Nicaragua ejecutan un abierto proceso de subordinación de
sus países, gobiernos y política exterior a las dictaduras de Rusia, China e
Irán, con funestas consecuencias para la paz y seguridad de las Américas.
La invasión de Rusia a Ucrania nos puso en la “primera
guerra global” que es la lucha en que las operaciones armadas se producen entre
dos países en un frente de batalla específico, pero la confrontación es general
y no excluye a ningún país del mundo.
La globalización que es el “fenómeno basado en el aumento
continuo de la interconexión entre los diferentes países del mundo en el plano
económico, político, social y tecnológico”, define también la naturaleza de la
guerra de agresión de Rusia contra Ucrania como la primera guerra global, en la
que no existe neutralidad. El eje de confrontación de la primera guerra global
es el de las dictaduras contra la democracia, el de la concentración del poder
a costa de los derechos humanos de los pueblos contra la libertad.
Las dictaduras de Cuba, Venezuela, Bolivia y Nicaragua
respaldan directamente la invasión de Rusia a Ucrania y se suman gobiernos que
en países democráticos están subordinados a las dictaduras, los gobiernos para
dictatoriales de López Obrador de México, Fernández/Kirchner de Argentina y el
de Lula da Silva en Brasil quien ha asumido activamente el mando en política
internacional del grupo dictatorial latinoamericano.
Con narrativa antiimperialista, los regímenes de Cuba,
Venezuela, Bolivia y Nicaragua se han convertido en plataformas territoriales,
políticas y militares de las operaciones de China, Rusia e Irán en las
Américas. Todos estos países se han equipado con armamento ruso, con asesores
militares, con equipo y armamento chino y presencia iraní.
Mientras el mundo democrático aísla y sanciona a Rusia, las
dictaduras de Cuba, Venezuela, Bolivia y Nicaragua amplían sus mecanismos y
operaciones bajo el sofisma de “cooperación”, pero al mismo tiempo reciben
ayuda y apoyo de los países democráticos como los de la Unión Europea a los que
están agrediendo con su apoyo a Rusia. Europa está cooperando con sus enemigos.
La información pública demuestra la estrecha relación
militar entre Cuba y Rusia, la reunión de sus dictadores y comandantes
militares y denuncia la posible participación de “voluntarios” cubanos en la
guerra. Se ha mostrado la existencia de una instalación China en Cuba para
espiar a los Estados Unidos. Cuba ha abierto su legislación para la inversión
rusa modificando su sistema. La participación de la dictadura cubana y sus
satélites en la invasión de Rusia a Ucrania y en la agresión a las democracias
no es secreta.
En Abril de este año ministro de relaciones exteriores de
Rusia ha visitado Brasil, Venezuela, Nicaragua y Cuba, en el marco de la
guerra, y en Junio el presidente de Irán ha visitado Venezuela, Nicaragua y
Cuba para “ampliar cooperación”. Sin necesidad de visita la dictadura de
Bolivia “cedió el control del litio boliviano a China y Rusia”, mientras amplía
la penetración iraní en el país donde operan la explotación de minerales
estratégicos y conquista cultural. Presencia de Arce y Morales en Cuba y
Venezuela es más frecuente.
En China, Lula da Silva propuso la alianza de las dictaduras
de todo el mundo contra la democracia a la que siguiendo la narrativa llama
imperialismo, luego se negó a reunirse con el presidente de Ucrania en la
Cumbre del G-7, produjo la fracasada reunión de presidentes de sudamericanos en
la que intentó rehabilitar al dictador e Venezuela, saboteó resoluciones contra
Nicaragua y otras dictaduras en la 53 Asamblea General de la OEA, ahora
patrocina la reunión del Foro de Sao Paolo en Brasil.
Como parte de la estrategia -hasta ahora fracasada- de
normalización de las dictaduras latinoamericanas, Lula da Silva usando Brasil
promovió una Cumbre de la Unión Europea con la Celac que es uno de los
mecanismos creados por Hugo Chávez el año 2010 para tratar de legitimar las
dictaduras. El presidente de Ucrania ha denunciado que fue invitado a esa
cumbre señalada para el 17 de Julio en la que se espera al dictador de
Venezuela, pero que “lideres latinoamericanos bloquearon esa invitación”
señalando a Brasil, Cuba, Venezuela, Bolivia y Nicaragua.
La subordinación de Brasil y las dictaduras de Cuba,
Venezuela, Bolivia y Nicaragua a Rusia China e Irán es realidad objetiva. La de
Brasil es inaudita, pero las dictaduras son regímenes en crisis terminales que
con ese entreguismo buscan alargar el terrorismo de estado con el que someten a
los pueblos.
*Abogado y Politólogo. Director del Interamerican
Institute for Democracy.
Opinión y Analisis.
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