El presidente de la Asociación Boliviana de Derechos Humanos, en una reciente entrevista con medios locales en Santa Cruz, hizo un llamado urgente a las autoridades nacionales y locales para que trabajen juntos en la búsqueda de soluciones a las demandas y necesidades del pueblo boliviano. Con el inicio de un nuevo año, el líder de esta organización de derechos humanos pidió una profunda reflexión sobre las políticas gubernamentales y su impacto en los ciudadanos, tanto en el ámbito social, económico, judicial como político.
"Que este sea un año de profunda reflexión, de respuestas concretas hacia la sociedad, al pueblo. Los gobernantes deben cumplir con los compromisos adquiridos, como el pago de deudas a los trabajadores, las empresas y los gendarmes", expresó, subrayando la urgencia de conciliar posturas y buscar soluciones a los problemas económicos que afectan a la población. En este sentido, planteó la necesidad de realizar recortes en áreas específicas para garantizar que las personas tengan acceso a sus derechos laborales, recordando que, como dicta la Biblia, "el labrador es digno de su trabajo."
Uno de los puntos más críticos señalados fue la situación de la justicia en Bolivia. El presidente de la Asociación Boliviana de Derechos Humanos destacó la incertidumbre generada por la falta de elección de magistrados en algunos departamentos y la continuidad de los autodenominados "prorrogados". A su juicio, el país necesita una solución salomónica que garantice la seguridad jurídica para las personas, empresas e inversionistas, al tiempo que se preserve la independencia de los poderes del Estado. "Esperamos que los nuevos magistrados sean iluminados por Dios para devolverle a la justicia el papel que le corresponde", añadió.
Asimismo, hizo un llamado al subgobernador de Santa Cruz, Luis Fernando Camacho, para que asuma su responsabilidad y trabaje en la reconciliación política. Según él, es necesario que los líderes políticos busquen un camino común para enfrentar los desafíos del país y promover un liderazgo renovado. Este liderazgo debe estar enfocado en una "emergencia generacional de políticos", un cambio que considera vital para el futuro de Bolivia.
En cuanto a la situación económica, la autoridad destacó la crisis que enfrentan los municipios debido a los recortes en el Impuesto Directo a los Hidrocarburos (IDH) y las regalías. Estos recortes, combinados con la baja producción, han afectado seriamente los presupuestos municipales, lo que ha generado problemas como el impago de salarios y la paralización de obras. Frente a este escenario, hizo un llamado a una redistribución equitativa de los recursos, sugiriendo que el gobierno central podría gestionar solo el 50% del presupuesto general del país, mientras que el otro 50% debería ser manejado por las gobernaciones, los municipios y las universidades.
El presidente de la Asociación de Derechos Humanos también subrayó la necesidad de un gobierno más austero y prudente con los préstamos, alertando sobre el creciente nivel de deuda interna y externa que, según él, podría perjudicar a la economía del país en el futuro. En este sentido, apeló a la transparencia en la gestión de recursos públicos y en la promoción de inversiones que generen empleo y desarrollo económico. "Es fundamental que el gobierno trabaje para devolver la confianza en el sistema judicial y empresarial, para que las inversiones puedan llegar a Bolivia y ayudar a superar la crisis", destacó.
En cuanto a la política interna, insistió en la necesidad de que los políticos dejen atrás las disputas y comiencen a trabajar en propuestas concretas para enfrentar los problemas económicos, sociales y políticos. "El pueblo boliviano quiere propuestas claras sobre cómo se solucionarán los problemas de la crisis, cómo se atraerán inversiones y cómo se generará empleo", señaló.
Finalmente, hizo un llamado a la comunidad internacional para que se respete el principio de un "juez natural" y se ponga fin a las persecuciones políticas, además de instar a que se brinden garantías a los periodistas para que puedan desempeñar su labor de manera libre y segura. Sugirió que Bolivia podría aprender de ejemplos internacionales, como el de Costa Rica, donde el gobierno financia programas digitales de manera que se promueva la libertad de expresión y se fortalezcan los medios de comunicación.
En resumen, el presidente de la Asociación Boliviana de Derechos Humanos concluyó su intervención deseando que el año 2025 sea un periodo de cambio positivo para Bolivia, con un liderazgo renovado, políticas públicas más justas y un compromiso real con los derechos humanos, la justicia social y la estabilidad económica del país.
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Santa Cruz.
ANN Noticias.
