El Partido Demócrata Cristiano (PDC) se encuentra en el ojo de una tormenta política de proporciones alarmantes. En una denuncia pública de alto calibre, Víctor Hugo Velasco, delegado del PDC ante el Tribunal Supremo Electoral (TSE), acusó a exmilitantes del extinto Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR) y a un vocal del TSE —cuyo nombre será revelado en la próxima Conferencia Nacional del partido— de encabezar una operación para apropiarse ilegalmente de la personería jurídica del PDC e imponer, sin respaldo legítimo, la candidatura presidencial de Rodrigo Paz Zamora.
Según Velasco, se trataría de una meticulosa operación que ha estado gestándose desde hace más de un año y que ahora entra en una fase crítica. El cabecilla de esta maniobra sería Rolando Arostegui Quiroga, ex prefecto y ex jefe departamental del MIR, quien habría sostenido reuniones recurrentes con un vocal del TSE tanto en Santa Cruz como en La Paz, con el objetivo de manipular la representación legal del PDC.
La gravedad de las denuncias no radica únicamente en las irregularidades dentro del partido, sino en la supuesta complicidad de una alta autoridad del órgano electoral. Velasco sostiene que el vocal en cuestión ha facilitado inscripciones ilegales, alianzas fraudulentas y movimientos internos que nunca fueron autorizados por el Comité Político Nacional del PDC ni por ninguna Conferencia Nacional.
“La confabulación contra el PDC está hecha”, denunció Velasco, señalando que incluso funcionarios del TSE, identificados como exmiristas, estarían operando dentro del tribunal para favorecer esta usurpación partidaria. De manera concreta, se acusa a este grupo de haber entregado libros de militancia a personas no autorizadas, promovido alianzas inexistentes y presentado candidatos sin respaldo estatutario.
Una de las maniobras más alarmantes fue la inscripción de una alianza entre el PDC, UCS y la agrupación Creemos —liderada por Pancho Arostegui y Luis Ayllón Mariscal— que fue deshecha tras una revisión interna del PDC. No obstante, el intento de imponer a Rodrigo Paz como candidato presidencial por el PDC persiste, ahora con la participación de personajes como Tuco Oviedo, Morgan López y otros actores vinculados al difunto MIR.
El PDC ha impugnado oficialmente esta candidatura ante el TSE, además de iniciar procesos internos contra funcionarios como Roberto Castro Peñaranda, quien se habría autoproclamado presidente del partido sin sustento estatutario. Velasco fue categórico: “El señor Castro es Secretario Nacional de Organización, no presidente. El verdadero presidente falleció y no existe vicepresidente en funciones”.
El escenario se vuelve aún más sombrío cuando se considera que el vocal involucrado habría participado en reuniones privadas en domicilios particulares, donde se delinearon estrategias para cambiar el nombre del partido y consumar el control total del mismo por el grupo de exmiristas.
La próxima Conferencia Nacional del PDC, programada para el 12 de mayo, será decisiva. En ese evento, no solo se revelará el nombre del vocal del TSE implicado, sino que se formalizarán las acciones legales, disciplinarias y políticas para defender la institucionalidad del partido. Velasco anunció que no descartan recurrir a un amparo constitucional y que ya se está trabajando con parlamentarios para solicitar un informe oficial sobre la actuación de algunos vocales del TSE.
Lo que está en juego no es solo la candidatura de un partido, sino la integridad del sistema democrático y electoral boliviano. Si las acusaciones del PDC se confirman, estaríamos frente a uno de los escándalos político-electorales más graves de los últimos años: un intento de secuestro institucional con la complicidad de quienes deberían garantizar la transparencia del proceso electoral.
¿Estamos ante una captura del PDC por intereses ajenos o frente a una lucha interna disfrazada de denuncia? La verdad, como siempre, está en los detalles que el tiempo se encargará de revelar.
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Santa Cruz.
ANN Noticias.