Carlos SĂĄnchez BerzaĂn es entrevistado por Patricia Poleo
en "Factores de Poder": El inicio del año 2025 marca un momento
crucial no solo para Venezuela, sino para toda América. Lo que estå en juego no
es Ășnicamente el destino de un paĂs, sino la confrontaciĂłn entre la libertad y
el crimen organizado que sostiene una dictadura sanguinaria. El pueblo
venezolano, tras años de lucha perdió el miedo; luego, con la dirección de
MarĂa Corina Machado, logrĂł una movilizaciĂłn histĂłrica. Sin embargo, la dictadura,
aferrada al poder mediante el miedo y el terrorismo de Estado, ha desplegado
todas sus herramientas represivas para desconocer la voluntad popular, lo que
ha derivado en una situaciĂłn de mĂĄxima tensiĂłn a nivel nacional e
internacional.
El 28 de julio de 2024, la movilizaciĂłn ciudadana volviĂł a
demostrar su fuerza al elegir masivamente a Edmundo GonzĂĄlez Urrutia como
presidente legĂtimo. Este triunfo no fue solo electoral, sino tambiĂ©n
organizativo: mĂĄs de 600,000 venezolanos participaron activamente en el
resguardo del voto, demostrando un ejemplo de control electoral para cualquier
democracia en el mundo. A pesar de los esfuerzos de la dictadura por sembrar el
caos y la desinformaciĂłn, el pueblo se mantuvo firme, consolidando un momento histĂłrico
que ha resonado en todo el continente. Sin embargo, la dictadura no ha cedido y
continĂșa utilizando la violencia, el encarcelamiento y la intimidaciĂłn como
herramientas para perpetuarse en el poder.
La comunidad internacional, liderada por Estados Unidos, la
Unión Europea y democracias sólidas como Argentina, España y Canadå, ha
reconocido sin titubeos a GonzĂĄlez Urrutia como el presidente legĂtimo de
Venezuela. Sin embargo, el bloque de paĂses del eje del autoritarismo –Cuba,
Nicaragua y Bolivia, junto con gobiernos paradictatoriales como Brasil, México
y Colombia– ha intentado deslegitimar este mandato. La disputa ya no es solo
interna; es una batalla que trasciende fronteras y que enfrenta a fuerzas
democrĂĄticas contra un sistema transnacional de corrupciĂłn y control polĂtico,
apoyado incluso por actores externos como tropas extranjeras y grupos
paramilitares como el grupo Wagner.
Ante este escenario, el 10 de enero de 2025 emerge como la
fecha clave. Existen tres posibles desenlaces: el primero y mĂĄs deseable es que
Edmundo GonzĂĄlez Urrutia asuma pacĂficamente su mandato en Caracas, iniciando
asĂ una nueva era para Venezuela. El segundo, una transiciĂłn en dos tiempos,
donde el presidente legĂtimo juramente en otro paĂs y, posteriormente, retome
el control institucional y fĂsico del territorio venezolano. La tercera
posibilidad, la mĂĄs peligrosa, es que la dictadura, aferrada al poder por la
fuerza, convierta el 10 de enero en un acto de usurpaciĂłn violenta y represiva,
lo que podrĂa desencadenar un conflicto de mayor escala.
El rol de las Fuerzas Armadas serĂĄ determinante. Si los
mandos militares venezolanos respetan la decisiĂłn popular y reconocen a
GonzĂĄlez Urrutia como su comandante en jefe, se podrĂĄ evitar un derramamiento
de sangre innecesario. De lo contrario, el presidente legĂtimo podrĂa recurrir
al respaldo internacional para conformar una fuerza multinacional destinada a
restablecer el orden constitucional en Venezuela. No serĂa una intervenciĂłn
extranjera impuesta, sino una acciĂłn legĂtima respaldada por el derecho internacional
y la voluntad soberana del pueblo venezolano
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OpiniĂłn y Analisis.
ANN Noticias.